Identificar los olores y sus riesgos
Un olor resulta de la presencia de compuestos volátiles en el aire que respiramos y puede percibirse como agradable o, por el contrario, desagradable… La fuente de las moléculas odorantes puede ser natural o química, como materiales orgánicos (mohos, aguas estancadas) o químicos (hidrocarburos, gasolina, gases, perfumes sintéticos).
Fuentes orgánicas perjudiciales: los mohos
Un reciente estudio del Observatorio de la Calidad del Aire Interior (OQAI) señala que el 37% de las viviendas presentan mohos. Los mohos son hongos microscópicos que suelen desarrollarse con un nivel de humedad demasiado alto. Estos emiten esporas en gran cantidad, que son las células reproductoras de los hongos. Se diferencia un moho de una mancha por su textura (lanosa, polvorienta) y su color (negruzco o verdoso).
Las ondulaciones pueden ser un signo de filtración de agua en las paredes, indicando la presencia de mohos ocultos detrás de estos materiales. Las normas europeas indican que el nivel de humedad debe estar entre el 30% y el 70%. Para mantener este nivel, no caliente demasiado o elija un humidificador si el aire está demasiado húmedo. Si las esporas son inhaladas por personas sensibles, pueden causar irritación de las membranas de las vías respiratorias superiores o incluso provocar síntomas de alergia: rinitis, bronquitis, asma… La ANSES (Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de la Alimentación, del Medio Ambiente y del Trabajo) declaró en 2016 que los niños expuestos a largo plazo a los mohos tenían un mayor riesgo de asma.
Fuentes químicas
Productos de limpieza, desodorantes, muebles, velas perfumadas e incienso contribuyen a la contaminación de nuestro aire interior emitiendo numerosos COV (compuestos orgánicos volátiles). Los COV son compuestos orgánicos que pueden encontrarse fácilmente en forma gaseosa en la atmósfera terrestre. Los más conocidos son el acetaldehído, el benceno, el formaldehído… Se encuentra formaldehído en muchos productos de bricolaje, limpieza, suelos, muebles, plásticos, pero también en el humo del tabaco. Estos COV tienen efectos perjudiciales para la salud, ya que pueden causar irritación de los ojos, las membranas de las vías respiratorias, trastornos cardíacos y algunos tipos de cáncer.
¿Cómo deshacerse de los malos olores?
Renueva el aire interior
Desde un decreto del 20 de octubre de 1969, la ventilación general y permanente de las viviendas se volvió obligatoria en Francia. Una casa mal ventilada puede causar problemas tanto para su hogar como para su salud, provocando riesgos de humedad y moho. Lo ideal es ventilar su hogar, especialmente si está realizando trabajos de renovación en el interior o cuando está limpiando. Se recomienda ventilar al menos 15 minutos al día. Asegúrese de que siempre haya un espacio de aproximadamente 2 cm debajo de sus puertas y deje las puertas entreabiertas por la noche para facilitar la circulación del aire. No bloquee las entradas de aire, el sistema de ventilación mecánica controlada (VMC) ni las salidas de extracción, y límpielas regularmente.
Usamos productos naturales
Existen soluciones para combatir los malos olores. El bicarbonato de sodio es un producto natural, biodegradable y no tóxico para el medio ambiente ni para la salud. Suaviza el agua, elimina olores y limpia. De hecho, puedes desodorizar ceniceros, alfombras, areneros de gatos limpiándolos con bicarbonato de sodio. También se recomienda usar vinagre blanco para olores persistentes. Este remedio casero absorbe los olores de frituras, pescado, etc. Para ello, simplemente coloca un bol lleno de vinagre blanco en tu encimera.
Velas, incienso y aerosoles perfumados: a evitar
Cuando notes que tu casa desprende un mal olor, puedes sentir la tentación de enmascarar ese olor incómodo con incienso o con una vela perfumada. Sin embargo, es una solución a corto plazo y perjudicial para tu salud. De hecho, algunas velas e inciensos pueden contribuir a la contaminación del aire interior emitiendo toxinas carcinogénicas como el benceno, el tolueno, el formaldehído. Esta contaminación no solo decolora las paredes, sino que también puede contaminar los conductos de tu sistema de ventilación.